¿Has sentido que durante estos días tus emociones son más intensas? Si es así, una de las razones es el Eclipse total de Luna del 20-21 de enero. Los efectos de los eclipses suelen sentirse desde una semana antes y hasta una semana después de que tengan lugar.
Además, este eclipse es bastante especial por varias razones: • Se trata de un eclipse total, y los eclipses totales son los más poderosos. • Es también una súper Luna pues la Luna está más cerca que nunca de la Tierra. • Se trata del eclipse final en el eje Leo / Acuario, y con él terminan la serie de eclipses que comenzaron a principios de 2017. • Está a 0° del signo de Leo y los 0° de cualquier signo, al igual que los grados 29 son sumamente poderosos. 0 ° de Leo es pura energía Leo. El eclipse total de Luna es visible en todo el norte y sur de América y en el noroeste de Europa, lo que significa que influirá especialmente en las personas que viven en estas partes del mundo. Este es un eclipse lunar, lo que significa que la Tierra se está cruzando entre el Sol y la Luna, bloqueando la luz de la Luna. A diferencia de un eclipse solar, en el lunar la Luna es eclipsada por la Tierra. Esto significa “somos guiados” por los instintos de la Tierra, y no por la luz del Sol. Haremos lo que nos parezca correcto, no lo que el Universo espera que hagamos. Este eclipse hace una cuadratura con Urano y una oposición a Mercurio. Urano es la octava superior de Mercurio y ambos planetas se vinculan con la mente y el intelecto. Debido a que Urano siempre trae cambios, es muy probable que transformemos completamente un patrón de pensamiento o que reconfiguremos nuestro cerebro de un modo que nos resulte más adecuado a nuestro inminente futuro. Es hora de ver las cosas desde una perspectiva diferente, una perspectiva imparcial. En el momento del eclipse, Venus está en conjunción con Júpiter en el signo de Sagitario. Este aspecto sugiere resultados positivos y una armónica expansión. Los eclipses tienen dos ciclos: metónicos y saros. El eclipse lunar en Leo pertenece a ambos. Los ciclos metónicos se repiten cada 19 años, por lo que los anteriores más recientes tuvieron lugar en enero del año 2000 y en enero de 1981. Tratemos de recordar qué sucedía en nuestras vidas hace 19 o 38 años. Temas similares pueden entrar en escena. Los ciclos saros se repiten cada 18 años, por lo que los dos anteriores más recientes tuvieron lugar en enero de 2001 y en diciembre de 1982. A diferencia de los ciclos metónicos, los eclipses de los ciclos saros traen un elemento de cambio. Estos se conectan con un tema del pasado (de hace 19 o 38 años, etc…) pero lo hará avanzar. Leo es el rey de la jungla. El Sol, el regente de Leo, es el centro de nuestro sistema solar. Todos los demás planetas giran alrededor del Sol. La palabra clave para Leo es liderazgo. Pero no el liderazgo adoptado por los políticos o por los presidentes de grandes empresas, cuyo liderazgo ha de responder a intereses múltiples quedando al final reducido a un “deber hacer”, el liderazgo de Leo viene del corazón. Leo, al igual que el Sol, simplemente brilla, y quiere ser reconocido y aceptado como quien realmente es. La manifestación positiva de la energía de Leo es la confianza en sí mismo, la generosidad y el orgullo saludable. La manifestación negativa de Leo convierte el orgullo en arrogancia, el deseo de ser reconocido y aceptado puede ser demasiado contundente y dramático, volviéndose histriónico, y el deseo de Leo de vivir desde el corazón puede hacer que ignoren las opiniones de los demás. entorno. El símbolo sabiano para el eclipse lunar de Leo (los 0 grados de Leo es "La sangre se precipita a la cabeza de un hombre cuando sus energías vitales se movilizan bajo el impulso de la ambición". Esta metáfora abarca la energía de 0 ° de Leo. Habla del poder divino que podemos hacer arder cuando ponemos todo nuestro corazón en algo. Sin embargo, también llama nuestra atención sobre el peligro de la arrogancia. Ya que este es el último eclipse en Leo (al menos en los próximos 17 años aproximadamente), este eclipse traerá la resolución de todos los demás eclipses acaecidos en el eje de Leo. Este es el 'acto final'. En última instancia, el eclipse lunar en Leo es nuestra oportunidad para sanar nuestro corazón, para transformar el orgullo en propósito, el egoísmo en generosidad y convertir nuestro fuego creativo en auténtica autoexpresión. Este eclipse nos afectará especialmente si alguno de nuestros planetas personales (Sol, Luna, Mercurio, Venus o Marte) o uno de los cuatro ángulos (ascendente, IC, descendente o Medio Cielo ) se encuentra entre los 0 ° y 2 ° de Leo, Acuario, Tauro o Escorpio. Es también fundamental mirar nuestra carta natal y comprobar en qué casa tenemos los 0 grados de Leo. Este eclipse lunar provocará eventos relacionados con esta casa a lo largo de los próximos seis meses, aproximadamente. ¡ Feliz eclipse !
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Una persona, seguidora de la web desde Colombia, me ha sorprendido escribiéndome un correo en el que mostraba su inquietud porque desde el mes de septiembre no había vuelto a publicar nada, ni en la web, ni en las redes sociales.
Vaya por delante mi agradecimiento a esta persona por su interés y su preocupación. Una web tan nueva, y todavía tan desconocida, toma nuevo impulso si de vez en cuando comprueba que del otro lado hay otras personas que reciben con agrado lo que una escribe. La razón de la ausencia ha sido un cúmulo de circunstancias variadas: sobrecarga de ocupaciones y poco tiempo, principalmente, pero también un tema personal que me ha dolido profundamente y del que trato de sobreponerme sin mucho éxito por el momento. Cuando uno quiere a alguien, tanto en el sentido amistoso, como sentimental o familiar del verbo querer, aunque en momentos determinados surjan disputas y se produzcan encontronazos y malentendidos (ley de vida), el poder del vínculo deja abierta una puerta para, al menos, escuchar al otro, entender sus razones, recibir una disculpa o simplemente aclarar una situación. Si esta puerta se cierra con un portazo, se echan siete cerrojos y se lanza la llave al mar, ya poco puede hacerse. Cuantas hermosas historias quedan sumergidas en el pantanoso lodo del orgullo... Como si el orgullo fuera a recompensarnos de algún otro modo que no sea la soledad... En fin, como dice el refrán, no hay mal que cien años dure. Esto también pasará y, mientras tanto, yo espero seguir creciendo interiormente, no perder la sonrisa y entender algún día los últimos cinco años de mi vida. Los tránsitos de Urano en Aries (mi signo solar), y de Saturno y Plutón haciendo conjunción en mis casas 12 y 1 en Capricornio (mi ascendente), han sido realmente potentes y son un ejemplo vivo de cómo los planetas escarban en nuestras vidas y les dan la vuelta como a un calcetín. Para quien una vez me dijo que pecaba de hermética, hoy os he abierto mi (todavía roto) corazón. ¡Gracias! PD: Os recomiendo la lectura del libro El Malentendido, de Irene Nemirovsky. |