El 24 de noviembre de 2019 Venus y Júpiter se unirán en el cielo en lo que en términos astrológicos se conoce como conjunción. Ambos planetas son las estrellas más brillantes del cielo, símbolos del esplendor y la atemporalidad de nuestra existencia. Los dos se abrazarán en el cielo nocturno, justo después del atardecer. Venus y Júpiter son las dos primeras luces en encenderse después de que el sol se haya puesto, invitando a los otros miles de millones de estrellas a seguir su ejemplo. Venus y Júpiter se elevarán aproximadamente media hora después del atardecer y serán visibles durante aproximadamente 2 horas. Si vives en un lugar donde no hay mucha contaminación lumínica, y si no está demasiado nublado, la reunión de Venus y Júpiter es un espectáculo digno de ser contemplado. Hay algo mágico en observar los planetas, más aún en estos tiempos tan digitalizados donde muchas personas ni siquiera saben cómo es Venus, aun siendo el segundo cuerpo celeste más brillante en el cielo nocturno después de la Luna. La diferencia entre saber que Venus está en conjunción con Júpiter y ver realmente unirse a Venus y Júpiter es la misma que hablar del amor o experimentar el amor. Nada que ver. Venus y Júpiter son los planetas más beneficiosos en astrología. A Júpiter se lo conoce como el gran benéfico mientras que Venus es un benéfico menor. La conjunción Venus -Júpiter ocurre alrededor de una vez cada 13 meses y algunas conjunciones Venus-Júpiter son especialmente beneficiosas cuando alguno de los dos planetas está en su casa, es decir en su signo regente (Tauro y Libra para Venus, Sagitario para Júpiter). En esta ocasión se produce una de esas alineaciones mágicas pues en este momento Júpiter se encuentra en Sagitario. Este tipo de este encuentro mágico se repite aproximadamente cada 24 años. La última vez tuvo lugar en 1995, concretamente el 14 de enero y el 19 de noviembre. Si tienes buena memoria quizá seas capaz de recordar qué eventos especialmente significativos para tu vida tuvieron lugar entonces pues es muy probable que vuelvas a experimentar eventos con un sabor similar. Esta conjunción Venus-Júpiter se producirá en el grado 28 del signo de Sagitario, muy cerca del grado considerado como el Centro Galáctico (27° Sagitario). Todavía más mágico si cabe porque, ¿cuáles son las probabilidades de que Júpiter y Venus conjunten el grado mágico del zodiaco? ¡Muy muy pocas!. Esto hace que en esta ocasión la conjunción Venus-Júpiter sea un tránsito absolutamente magnífico.
El Centro Galáctico con su enorme agujero negro es el gran ojo cósmico, el ojo que todo lo ve, el ojo que todo lo sabe: el lugar donde se originó todo. El meollo del asunto. Cuando un planeta está en conjunción con el Centro Galáctico, este traduce el mensaje críptico del Centro Galáctico en algo que nosotros, los terrícolas, podemos entender y del que podemos extraer conclusiones. En esta mágica ocasión, el 24 de noviembre tendremos no solo uno, sino dos planetas que nos conectarán con el Centro Galáctico, dos mensajeros que son además, los planetas benéficos de nuestro sistema solar. Venus y Júpiter en conjunción con el Centro Galáctico nos ayudarán a ver el panorama general, el plan maestro del Universo. Con Venus en conjunción con Júpiter cruzando el centro de la Galaxia, obtendremos claridad sobre algo fundamental de nuestra existencia. Algo universal y a la vez personal. Gracias a esta maravillosa alineación, podremos tener un gran momento de revelación sobre el significado y propósito de nuestra vida, sobre la razón por la que estamos aquí. Y no tiene que ser necesariamente algo metafísico o trascendental. Pueden ser destellos de claridad sobre asuntos comunes de nuestra vida cotidiana, relacionados con todas las esferas de nuestra realidad (trabajo, relaciones…). Júpiter es un planeta maravilloso que nos aporta esperanza, sentido de propósito y unión. Es un planeta social, y por ello es necesario que Júpiter funcione en la sociedad de un modo saludable. Sin embargo, el efecto secundario puede ser el de quedamos atrapados en el dogma de Júpiter, pensando que nuestras creencias son un verdadero reflejo de quiénes somos, provocando que nos disociemos lentamente de nuestros verdaderos valores y sentimientos, terminando perdidos y confundidos, sin sentido de identidad personal. A diferencia de Júpiter, Venus es un planeta personal que está directamente conectado al centro de nuestro ser. Venus representa nuestros verdaderos valores, que no son más que un reflejo de lo que nos gusta y lo que no nos gusta, de lo que nos hace sentir bien y lo que no. Cuando estamos en contacto con nuestros sentimientos, cuando estamos en contacto con nuestras preferencias naturales y con nuestros valores, estamos en contacto con Venus. A veces actuamos desde Júpiter, y las creencias e intereses de la sociedad ocupan un lugar central en nuestra vida. Otras veces actuamos desde Venus, y podemos centrarnos demasiado en lo que queremos, sin tratar de encontrar un sentido de cohesión con el resto del mundo. Venus en conjunción con Júpiter es la oportunidad de alinear nuestros valores internos (Venus) con las creencias de la sociedad. De aceptar quienes somos y encontrar nuestro lugar siendo fieles a nosotros mismos. Cuando Venus (los valores personales) se alinea con Júpiter (el sistema de creencias de la sociedad) alcanzamos la alineación entre nuestros valores internos y los valores de la sociedad. Si sientes que tus creencias de toda la vida ya no te motivan, si sientes que no reflejan la verdad de quién eres, no hay nada malo en decir "he cambiado de opinión". Solo podemos encontrar nuestro verdadero significado y propósito cuando actuamos a partir de nuestros verdaderos valores. Y Venus en conjunción con Júpiter alineado con el Centro Galáctico es el mejor momento para alcanzar ese acuerdo interno que nos ayudará a hacer precisamente eso: ser felices desde la coherencia.
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