El mapa de nuestra vida
La astrología es la aplicación práctica en nuestra vida cotidiana de la valiosísima información que nos revela la “fotografía” del cielo en el momento de nuestro nacimiento. Esta “fotografía” es un regalo que nos hace el universo. Una carta de navegación de la que se nos hace entrega con el fin de que podamos profundizar en ella a lo largo de nuestra existencia.
Lejos de conceptos reduccionistas y poco fundamentados que ven en la astrología una práctica adivinatoria o un simple entretenimiento sin mayor fundamento, la astrología seria utiliza el saber milenario de las diversas ramas astrológicas (occidental, védica, celta...) con el fin de poner todos estos conocimientos y experiencia al servicio de las personas para que éstas puedan descubrir así que, en lo profundo de sus vidas, existe un tesoro de infinito valor, el mapa de su propia vida.
Aceptemos o no la ley del karma, lo cierto es que todos venimos a esta existencia con una mochila compuesta de circunstancias externas, aptitudes internas y tendencias propias. Nuestra familia, nuestro aspecto, nuestra salud, las relaciones que establecemos con los demás, nuestra profesión... nada es fortuíto ni casual, pero ello no significa que no pueda transformarse.
A veces no comprendemos por qué tropezamos siempre en la misma piedra; otras nos sentimos perdidos y poco motivados en nuestra profesión, o sufrimos en las relaciones de pareja o a causa de problemas económicos. La astrología no es magia. No va a solucionar por sí sola ninguno de estos problemas. Sin embargo, puede ayudarnos a desentrañar el “programa” que nos hace actuar de tal o cual modo. Puede verter luz sobre las áreas de nuestra vida que sentimos estancadas o que no terminamos de comprender.
El psicólogo suizo Carl Jung estudió la astrología en profundidad de forma paralela a su labor como psicólogo, encontrando explicaciones a fenómenos que no podían explicarse a través de métodos científicos ordinarios pero que no por ello dejaban de ser reales. Jung solía recurrir a la carta natal de sus pacientes para formarse una visión más completa de su perfil y poder abordarlos del mejor modo.
Y es que la carta astral de una persona puede revelar un vasto universo de valiosísima información. Una información que, cuando se nos explica con un lenguaje claro y adaptado al momento vital en el que nos encontramos, puede ser como recibir el regalo de una brújula en medio de un espeso bosque.
Dentro de nosotros palpita el universo. Sólo tenemos que saber escucharlo.