Vivimos momentos de gran transformación a nivel planetario. Cambia la sociedad y simultáneamente estamos cambiando nosotros como nunca antes. El tiempo, tal y como lo percibimos en esta experiencia de vida en el planeta Tierra, se ha acelerado de forma considerable. Y es que, el ciclo de 25.500 años que ya los mayas explicaron con su adelantadísima visión y conocimientos astronómicos y espirituales, está llegando a su fin y un nuevo paradigma está formándose para sustituir viejas estructuras y patrones. Uno de los puntos culminantes de este proceso será la conjunción Saturno-Plutón en Capricornio que se dará a principios de 2020. Esta conjunción viene ya gestándose desde hace un tiempo, afectando a nuestras vidas y a nuestra sociedad de forma manifiesta. El cuestionamiento a nivel social de las estructuras verticales y patriarcales de las que tanto se viene hablando en los últimos tiempos es un claro ejemplo de esta crisis (Plutón) de las estructuras (Saturno). Derribar para transformar y volver a construir. En nuestras propias vidas está misma crisis y posterior reconstrucción se está ya produciendo desde hace meses, afectando aquel ámbito de nuestra vida relacionado con la casa de nuestra carta astral en la que actualmente estén transitando Saturno y Plutón. Asimismo, los nodos de la Luna (Nodo Norte y Nodo Sur), están abundando en esta energía de transformación. Su interpretación puede ser un poco compleja pero de forma sencilla podemos decir que se trata de puntos “kármicos” donde se acumulan los miedos, las lecciones del pasado, pero también las fortalezas, las lecciones aprendidas… El Nodo Norte señala la dirección hacia la que debemos caminar, los desafíos a enfrentar para cumplir nuestra misión. El Nodo Sur es aquello que nos es familiar, que nos “sale bien”, que nos sirve de impulso para continuar avanzando. Actualmente, el Nodo Norte está en Cáncer y el Nodo Sur en Capricornio, donde permanecerán hasta el 6 de mayo del 2020. Está configuración de los nodos vuelve a incidir en el replanteamiento de nuestras estructuras, sociales y personales.
El Nodo Norte en Cáncer nos invita a vivir en conexión con nuestras emociones, a nutrir y a dejarnos nutrir, a poner la seguridad, el afecto y el alimento (físico, espiritual…) en primer lugar. Todo ello frente a un Nodo Sur en Capricornio que si bien nos ha traído hasta donde estamos a base de rigidez, estructura, disciplina, poder vertical, enfoque en objetivos y en una visión muy práctica y poco soñadora de la realidad, ya ha llegado el momento de soltar, de “ablandar”, de dirigir la brújula hacia Cáncer y permitirnos ejercer otro tipo de fortaleza. Una fortaleza que hunde sus raíces en el poder que le otorga ser dueña de su propia vulnerabilidad, de su conexión con sus emociones más profundas. Es este sin duda, un tiempo único para estar vivos. Un tiempo de grandes cambios y transformaciones que podemos acompañar de forma consciente si conocemos el tesoro de nuestro mapa natal, nuestra carta astral. Si quieres conocer cómo te afectan estos cambios, puedes solicitar una consulta a través del correo [email protected] ¡Muchas gracias!
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